Personaje de leyenda, el subcomandante Marcos, jefe del Ejército zapatista de liberación nacional (EZLN), lucha desde 1994 por el reconocimiento de los derechos de los indios en México. Este jefe guerrillero de Chiapas nunca ha cometido atentado alguno, repudia la violencia y se sirve de Internet, de las palabras y de la imaginación para movilizar a la opinión internacional a favor de la causa que defiende. Oyéndole hablar, con modestia y convicción, se entiende por qué todos estos jóvenes que, de Seattle a Québec, se rebelan contra los perjuicios de la mundialización, han hecho de Marcos su “vengador enmascarado”, su gran punto de referencia político y su héroe mítico.