Chapuza. Moneda europea y soberanía democrática de Frédéric Lordon. Envío gratuito a Suscriptor

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Un nuevo fantasma recorre Europa: el fantasma de la deflación salarial generalizada. Esta situación es también el producto de las políticas de austeridad desarrolladas tras el rescate de los bancos (indispensable, pero realizado sin ninguna contrapartida) por los Estados, tras la crisis de 2008. Frente a esta amenaza, ¿de qué márgenes de maniobra disponen las instituciones europeas? Según Lordon, no hay ninguno y por razones que describe con precisión.

El marco neoliberal de la Europa de hoy ha ofrecido a las finanzas una posición de soberanía en detrimento de los pueblos. Este marco desposee a los Estados de cualquier posibilidad de llevar una verdadera política económica digna de ese nombre, por la adhesión, a través de los tratados pertinentes, al dogma del BCE de la limitación de los déficits presupuestarios. La misión exclusiva del BCE consiste en enmarcar la inflación por debajo de un 2% anual. Dogmas que no tienen nada que envidiar a la tan vilipendiada planificación soviética. La conclusión de Lordon es clara: “La UE no tiene otra política que la constitucional...Los desastres políticos de la austeridad no son en absoluto el efecto de alguna “decisión coyuntural” cualquiera que ella sea. Son los resultados del funcionamiento mecánico de las disposiciones del tratado de la UE y del pacto de estabilidad”.

Inspirándose en Naomi Klein, Frédéric Lordon indica una vía posible de “estrategia de choque” para permitir a los pueblos, esclavos de la esfera financiera, retomar su destino político. Para ello no hay otra opción sobre la mesa que la quiebra pura y simple ante el excedente de deuda provocado por la crisis de las finanzas privadas en 2007: 26,4 puntos de PIB de 2007 a 2012 en Francia, 44,9 puntos para España, 60,5 puntos para Portugal, 92,4 puntos para Irlanda, etc.

Además de la estrategia de quiebra sobre la deuda soberana, salir de la moneda única actual (el euro) constituye la otra etapa indispensable para emanciparse radicalmente del marco neoliberal constitucionalizado por los tratados. El interés inmediato de una salida del euro sería restaurar la posibilidad de ajustes de cambio al devaluar una moneda devenida nacional. El autor precisa que las monedas nacionales no serían convertibles más que por el BCE y que se trata de suprimir, pura y simplemente, los intermediarios privados del mercado de cambios con el fin de basar esos ajustes en un acuerdo político no restringido por la especulación financiera.

La tesis de Lordon es que el dominio alemán del orden monetario europeo no deja ninguna esperanza y la creencia en una “unión política del euro” no tiene ninguna chance de llegar si el marco actual se conserva. La conclusión de la obra es de una lucidez seca: si dejamos a la extrema derecha el monopolio de la Nación y de la soberanía popular pretendiendo mantener el marco de la moneda única, nos condenamos a la agonía de la deflación salarial, es decir a un contexto de tumultos y de cólera particularmente desfavorable a cualquier deliberación política racional.  Las ciencias sociales, cuando no se encierran en una postura de la crítica por la crítica, se revelan, a veces, capaces de trazar vías de emancipación popular.

  • Autor: Frédéric Lordon
  • Editorial: El Viejo Topo
  • Año de publicación: 2016
  • Nº Páginas: 280
  • Encuadernación: Rústica
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